Oro Katarizado
ORO
KATARIZADO
El ser “creador de mundos”, introducido antes, le ha enseñado a Frank Alexander mediante la utilización de las especificidades de su propia vibración de alma, recibir y transferir su energía creadora primaria través de objetos materiales a nivel terrenal. De esta manera, el material trabajado es modificado durablemente en su estructura a nivel cuántico, convirtiendo los objetos trabajados en poderosos receptores, así como transmisores, de esta energía creadora primaria en todo momento. En este proceso, la energía creadora primaria adquiere la cualidad energética intrínseca del material a través de la cual pasa a esta tercera dimensión.
La sugerencia de las jerarquías cósmicas para este trabajo es que su energía creadora sea transferida a través de objetos de oro, material que reúne las características energéticas más afines a su propia vibración energética creadora expansiva.
Según los científicos terrenales ya han establecido, todo oro en nuestro planeta es de orígen estelar y llegó a la tierra, como polvo cósmico o por medio de meteoritos. En efecto, únicamente en el interior de las estrellas se producen las necesarias reacciones nucleares para la creación del oro, que se traducen por une proceso de nucleo-sintesis estelar. Su gran estabilidad le aporta una muy ligera reactividad y por consiguiente se trata de un mineral que se halla en nuestro planeta fundamentalmente en estado nativo, en forma de pepitas, que tan solo requiere de una purificación mineral antes de nuestro proceso de transformación energética, que hemos llamado “Katarización”.
El oro en estado puro (24 kilates) tiene las cualidades intrínsecas de la vibración solar, energía de vitalidad, crecimiento, de autorealización, de expansión, de liberación, de bienestar físico, material y emocional, del goce de la vida en sus múltiples aspectos y de dicha generalizada.
La energía creadora primordial que pasa a través del oro después de la “katarización”, aumenta y potencializa estas cualidades, impregnándose como patrón energético en el campo de la energía del portador, expandiéndolo, impulsándolo y guiándolo desde las dimensiones superiores de creación, hasta que poco a poco va incorporando estas nuevas vibraciones a su propia estructura de personalidad, de forma sostenible.
Mayor vitalidad, un nivel energético acrecentado, tanto a nivel físico como en cuanto a nuestros niveles de capacidad de creación y manifestación consciente, una ampliación del aura y una fuerte expansión de nuestro campo de irradiación energética, son algunos de los resultados que confieren el hecho de portar este oro “katarizado”. Si el oro “katarizado” es portado durante largos períodos de tiempo, este es capaz de impulsar automáticamente un proceso de crecimiento y maduración en el portador, en el sentido de irle desvelando su verdadero potencial de alma para esta encarnación y de conferirle la fuerza y claridad necesaria para realizarlo.
Por razones energéticas, Frank Alexander solo “katariza” oro de un mínimo de 18 kilates (75% pureza) y en su color original, amarillo. El oro en su estado puro (24 kilates) es muy blando lo cual dificulta su uso para la elaboración de joyería ya que se requiere de determinada cantidad de materiales secundarios para darle dureza. Sin embargo, los kilatajes menores (14 kts o 10 kts) no darían la efectividad energética al proceso que buscamos, por el elevado contenido de materiales secundarios y no apropiados en la aleación.